Nuestro árbol de la lectura, más que un árbol.

La mañana ha acabado con una gran sorpresa: en una de nuestras paredes ha aparecido un maravilloso árbol. 

No es un árbol cualquiera. Es bastante especial:

Luminoso como las letras contenidas en versos y poemas.

Atrevido como los cuentos de héroes y villanos.

Divertido como los chistes y adivinanzas.

Dulce como las nanas y canciones de cuna.

Brillante como los libros del universo.

Simpático como las historias sin sentido.

Alegre como nuestro corazón repleto de lecturas....

Esta imagen seguro que os sugiere más adjetivos sobre este personaje que acompañará nuestro proceso lector durante todo el Primer Ciclo de Primaria.

Pero lo mejor del árbol no es la hermosa y bella apariencia que sin duda nos cautiva. Lo más conmovedor es el tiempo dedicado por María, la mamá de Francis. Sus quebraderos de cabeza con el reducido espacio de nuestra clase, con las formas de sujeción a la pared, las proporciones... Con tanto mimo, cuidado y esmero es normal que le haya brotado entre las manos un árbol lleno de vida y de ilusión por contagiar el amor a los libros y a la lectura, el amor, en suma, a crecer como personas. No tengo palabras con que agradecer el soplo de belleza que ha traído a nuestra clase. ¡Muchísimas gracias, Mari!

A sus manos y creatividad, se ha unido Sergio, el papá de Nayara. Gran parte de la mañana ha costado hacer que brote este arbolito y ahí ha estado él, taladro en mano y muchas otras herramientas. También, tras su dedicación al AMPA,  pudo unirse Vanesa, la madre de Héctor. ¡Muchas gracias por vuestro trabajo!

Muchas gracias por vuestra voluntad de participar, por vuestra colaboración.